Una historia de amor, integración y auto valoración donde cada ser humano aprende a valorar sus cualidades y ver la vida de una forma distinta, tan positiva y tan alegre que uniendo talentos somos bajo el parte agua del amor capaces de cambiar al mundo.

La comarca de Hark era una hermosa villa en lo alto de las montañas y dejaba ver al imponente castillo del Cisne Negro donde gobernaba el rey Alejandro II y la reina Leonor .Todos preparaban la fiesta de cumpleaños de la princesa Andrea así como su nombramiento por ser la primogénita para ocupar el trono en los años por venir. tal anuncio que haría asistir a la celebración a todos los ciudadanos , nobles y a la realeza de las comarcas vecinas.

Sin embargo el rey dió órdenes específicas de no invitar a Mirza, la duquesa del abanico negro, a quien se le consideraba una hechicera que tras perder su fortuna se dedica a practicar la magia negra. no deseaba el rey ninguna contrariedad en tan importante evento. Jamás imaginó que tal insulto, causaría una descomunal reacción en Mirza condenando a su preciosa hija a la terrible venganza de la duquesa, quien una noche sin luna sigilosamente se escabullera a las habitaciones de la princesa poniendo en ella un terrible hechizo haciendo que cual midas el rey, todo lo que esta tocara con sus manos, en lugar de oro se convertiría en hielo, segura de que la niña jamás sobreviviría al ser aislada por convertirse en un peligro latente para todos a su alrededor con la certeza de que moriría recluida en soledad la torre mas alta del castillo pero advirtió, que de no morir antes de su mayoría de edad, la buscaría para matarla con sus propias manos si era necesario. Al salir del aposento no se percato que Justina el hada del bien, pudo atenuar el hechizo, poniendo sobre la niña el velo de cristal asegurando que si el Andrea encontraba el amor por si misma a pesar del el cruel hechizo, se convertiría en un don que solo la princesa lo podría manejar pudiéndolo controlar y ponerlo así a favor de los demás.al paso de los años, con su hija aislada y la muerte del rey, la reina Leonor murió de tristeza quedándose a cargo de las princesas Justina, quien velaría por ellas.


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